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lunes, 24 de septiembre de 2012

Tiempo, time, temps, Zeit...

¿De verdad piensas perder tu preciado tiempo? ¿Tirarlo por la borda como si no te importara? Como si lo pudieras recuperar... Pero no puedes, el tiempo es una de las pocas cosas, que si pierdes, o si desaprovechas, ya no volverá, el tiempo pasa, y tu tienes que seguir, estar a su altura. No quedarte atrás, avanzar con el tic tac del reloj como hacen los niños al empezar a andar. Dejarse llevar, por el instinto, como hacíamos con 3 años. Seguir adelante aun que el reloj se estropee, porque aun que a nosotros nos parezca que el tiempo se ha parado, no ha sido así, el tiempo nunca deja de pasar, sin darnos cuenta, nos consume, nos deja sin tiempo, sin ganas, sin sentimiento. Y eso no puede ser, ahí que saber seguirlo como si fuera una carrera, una carrera que dura toda la vida.. La carrera de la vida, con sus más, con sus menos, con sus aceleraciones y con sus frenazos... Así tal cual la conocemos, la vida misma, con ganas de llorar y con ganas de reir, de bailar o de cantar, no importa, no desaproveches el tiempo, tan solo hazlo.


jueves, 20 de septiembre de 2012


¿Por qué miras así, pequeña princesa? ¿Dónde dejaste la corona? Se te cayo mientras jugabas, son cosas que pasan. Si juegas, la corona se cae y ya no la puedes recuperar nunca más.
¿Qué le pasan a tus ojos? ¿Dónde queda ese brillo que tanto los identificaba? ¿Dónde queda esa sonrisa preciosa que se formaba al oír estupideces. Las cosas cambian, los sentimientos también y por más que nos pese, las personas también cambian. Todos cambiamos, mejoramos, empeoramos, maduramos, retrocedemos, encogemos, nos agrandamos. Nos enamoramos, nos desilusionamos, nos la pegamos contra la pared por ilusionarnos. Pero si no hiciéramos todo eso, no tendríamos vida, todo eso, forma parte de lo que vivimos, de lo que llamamos vida.


domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Pasado? ¿Presente? ¿Futuro?
Pasado, eso que nos atormenta día tras día, puñaladas que nos llegan de golpe sin nosotros desearlo, sin poder controlarlo. ¿Dónde quedan los recuerdos? Tan solo en nuestra memoria, y cada vez se van disolviendo más, se van haciendo borrosos, hasta solo reconocer un par de momentos, los más importantes. Los que más marcan. Esos, que pase el tiempo que pase, siempre estarán ahí.
PRESENTE,  momento tras momento, vas viviendo tu presente. Al lado de, ¿De quien? al lado de quien sea, aun que sea con el coco, o con el príncipe azul. Ahí que vivir el presente como si no hubiera futuro. viviendo el momento todo lo posible. Sin recordar el pasado, tan solo teniendo en cuenta el presente.Mirando hacia delante, sin girarse hacia atrás. 
Futuro, quien sabe que nos deparará en el futuro, nadie lo sabe. Algunos dicen que ya esta predestinado, pero yo pienso que cada uno elige su propio destino, su propio futuro, con sus actos y sus decisiones. No que por magia de dios, alguien vaya a ser feliz, o a ser pobre, o demás. Cada uno elige su futuro, pero nadie sabe con exactitud que pasará.

martes, 11 de septiembre de 2012

La soledad, el más triste compañero.

¿Dónde mirar cuando estas sola? ¿A quién buscar cuando sientes que ya no tienes a nadie? ¿Cómo creer en los príncipes azules y todos los que te tocaron eran ranas disfrazadas de príncipes para hacerte daño? ¿Cómo creer en el amor después de todo? ¡Quién coño sabe las respuestas de todas esas preguntas! Esta claro que yo no se las respuestas. Pero con sinceridad, me da exactamente igual. ¿Qué estoy sola? Sí, ¿Y qué? Seguro que hay algún animal que también va solo y vive la mar de feliz. Pues yo igual. No necesito a nadie para ser feliz... Bueno, quizás... lo necesite a él.... ¡No!No necesito a nadie, basta ya de la auto compasión. De ir dando pena a diestro y siniestro. La sonrisa no se moverá de mis labios, ya me enfade con el mundo o siga como siempre. Me niego a dejar ver lo que de verdad siento. Y quizás, ese sea el problema. Por que aun que no lo demuestre, mi corazón late por tí.

El sol es más de lo que parece.

Ambos se encontraban sentados a poco pasos de las vías. Lo justo para que el tren pasara sin darles, pero si para oírlo demasiado fuerte. Notaban las piedras bajo ellos pero no les importaba. El sitio era bonito, y la compañía inmejorable. No llevaban una conversión demasiado bonita. Para nada bonita. Pero aquel lugar parecía sacado exclusivamente para ellos. No se miraban, solo hablaban el uno al lado del otro. Ella tiraba piedras a la acequia y el observaba el camino y las luces.
-Te quiero, eso no lo dudes.- Susurra ella mirándole al fin.
+No es que lo dude o lo deje de dudar, es que necesito que lo demuestres.
Aquel joven, ya había repetido aquellas palabras demasiadas veces. Él era el que demostraba lo que sentía en aquella relación. Ella intimidada por el sentirse querida, no sabia lo que hacia. Tan solo seguir el juego mientras le quería. De eso no tenía ninguna duda. Le quería.
-Lo intento... Pero no sé como hacerlo...
+En eso no te puedo ayudar...-Él seguía sin mirarla, no podía.
-Mira, ¿Ves el sol? ¿A que a simple vista parece pequeño? Pues así es mi amor por ti, a simple vista, parece un amor pequeño, un amor que no es del todo real, pero sin embargo en realidad es mucho más grande. Es como el sol. La gente lo ve pequeño, pero es la estrella que ilumina el día a día. La estrella sin la cual no podríamos vivir, existir y sentir. Así es mi amor por ti, no puedo vivir sin ti, ahora no. Me he acostumbrado demasiado a ti, a tus caricias, a tus buenos días princesa, a tus despertares aun con lo poco que me gusta madrugar. Al hacerme salir de casa. Al hacerte bajar de la tuya por la noche solo para verte cinco minutos. Me he acostumbrado a tus besos, a tu forma de mirarme y sobre todo, me he acostumbrado a esta forma que tenemos de querernos.
Las lágrimas ya surgían de los ojos de ella sin poder pararlas. Le acababa de confesar su amor, una cosa que así, tan directamente jamás había echo. Él era el primero en muchos aspectos, siempre sería el primero. Siempre le querría.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Ahogada en lágrimas, la peor muerte, la más dolorosa y la más lenta.

Las lágrimas caen por las mejillas de ella mientras se tapa los oídos con fuerza. No quiere escuchar nada, solo quiere llorar. Quedarse ciega, quedarse sorda, quedarse muda y no notar nada. Más bien quiere morir. Que su vida acabe. Tirarse por la ventana, pero no tiene valor a hacerlo. Quiere acabar con el sufrimiento de su vida. Pero mira a su alrededor y se ve sola, como siempre. Siempre igual. No hay nadie que le abraze, nadie que le consuele. No merece vivir, o eso piensa ella. ¿Cómo alguien puede pensar así? El mundo es muy cruel, y las personas lo son aún más. Las palabras hacen más daño que los golpes. Los golpes dejan marcas que al cabo del tiempo desaparecen. Pero las palabras permanecen, se recuerdan una y otra vez mientras te hacen sentir como una mierda. El único recuerdo que ella tiene de su padre son palabras. Las palabras que día tras día le repetía desde que tiene memoria. La última vez que le vio, ella tenía 8 años. Y como no, lo último que le dijo fue lo que siempre repetía. " No vales nada, no te mereces vivir, eres una inútil ". Esas palabras se le quedaron marcadas a fuego en el corazón. Esas palabras las recuerda cada día de su humillante existencia. A sus 17 años sigue donde la dejaron tras ver marchar a su padre con 8 años. Un maldito orfanato en el que siguió conociendo solo la parte mala de la vida. Ella no conoce ni la mitad de las cosas, tan solo las malas. No conoce los regalos de cumpleaños, las fiestas sorpresas, las tartas de cumpleaños, las películas de final feliz, los libros románticos, el amor y la amistad. No conoce nada y sin conocer nada, quiere desaparecer. De la faz de la tierra pues piensa que nadie la entiende. Que nadie la ayudará nunca. Y lo más triste, es que tiene razón. Todos son unos putos orgullosos que no quieren a una niña triste. Nadie quiere animarla. Nadie la quiere. Y entre lágrimas, se ahoga en su propio mar de lágrimas y  tristeza.