El despertador marca las siete de la mañana y empieza a sonar. Ella se tapa con las manos mientras se gira para seguir durmiendo. Él se despierta, responsable de los dos. Le da un leve beso en la frente a ella y baja a por el desayuno, como cada día. Al volver, ella sigue como siempre, en ropa interior tapada con una suave sabana. Deja el desayuno en el escritorio y se acerca a ella. Le da besos por las mejillas, por el cuello, y en los labios.
-Despierta pequeña, ya es hora de levantar.
Le muerde con suavidad la mejilla mientras ella refuña y pide un poco más de tiempo. Él se lo niega y empieza a hacerle cosquillas.
-Venga ¡que llegaremos tarde!
Ríe al verla poner morritos y asiente sentándose todavía con los ojos cerrados. En un intento inútil le lanza la almohada divertida. Siempre pasaba lo mismo, hacían el tonto por despertarla. Ella se vuelve a dejar caer en la cama mientras el recoge la almohada del suelo. Se acerca a ella y la coge en brazos riendo.
-Venga princesa, ya verás como ahora despiertas.
Él se muerde el labio, mientras ella confusa se despereza en sus brazos. Él la lleva a la bañera y la mete en ella encendiendo rápidamente el agua fría, mojando el cuerpo de ella. Ella empieza a gritar entre risas. Ya despierta por completo sale de la bañera mojándolo todo, le da un abrazo a él para mojarlo y riendo se vuelven a meter en la bañera ya sin ropa para ducharse ya que ambos iban mojados. Y entre risas empieza su día. Un día más en su vida, los dos juntos, los dos felices, los dos listos para ser felices conviviendo juntos.
Ojalá yo tuviera un futuro como ese... en fin, nunca se sabe ;) Escribes muy bien. Sigue así :D
ResponderEliminarUn abrazo :3
Todos podemos tener un futuro así, solo hay que encontrar al indicado.
EliminarGracias cielo *-*