Mis ojos se abren, despertada por el timbre de mi casa. Ni siquiera me inmuto, me doy la vuelta y sigo durmiendo. Tengo todavía sueño y son ya las 12 de la mañana. Oigo voces, gente hablando. Me sorprendo al oír su voz en mi casa. ¿Qué hará aquí? Le veo asomarse a mi habitación con su dulce sonrisa. Le sonrío y me pongo los brazos por la cabeza. Llevo unos pelos de loca, pero a él parece no importarle. Se acerca y me da un leve beso en los labios, mirando atrás al momento asegurándose de que mi madre no esta. Sonrío con ironía y me levanto de la cama. Me voy al baño y en cinco minutos me visto, con ropa básica y me hago una coleta mal echa. Salgo riendo sola y me lo encuentro en la habitación de mi hermano. Sonrío y entro y lo primero que me dice, me hace sonreír.
-Que mona vas.
+Si, claro, con la coleta mal echa y mi cara de dormida.-Digo con la sonrisa en los labios mirándole feliz.
-Claro que sí.
+Si claro, igual que recién levantada ¿No?
-Pues claro,antes igual o mejor.
precioso el blog , te sigo !
ResponderEliminarpasate.!
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