Y una noche más te veo. Estás ahí, en frente mía, mirándome fijamente al igual que yo a ti. Me vuelvo a quedar con ganas de acercarme a ti, de besarte, de tocarte... Siempre igual. Pero está vez es diferente, tu no vas como siempre, no. Esta vez, tu vas sin camiseta, enseñando tu perfecto cuerpo que en conjunto con el piercing de tu ceja me hace volverme loca y suspirar ante tu mirada. Tu familia delante de ti, metiendoos en el ascensor, todos. Y tú entrando el último mirandome antes de entrar, y yo, mirandote a ti antes de entrar en mi casa, cerrar la puerta, y cagarme en mi puta verguenza y en mi poca manera de lanzarme. Pero algún día me atreveré a acercarme a ti, y ponerme a hablar contigo como si de un amigo se tratase, e incluso de quedar contigo. Pero para ello, todavía queda mucho. De momento me conformo con nuestros encuentros por el patio cada diez mil días....
Pero algún día acabaremos así :
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